Los huevos al espejo o huevos al horno, están riquísimos con unas patatas fritas, o simplemente, con un poco de pan tierno para mojar. ¡Mi cena ideal!
Los huevos al espejo los vamos a hacer preferiblemente en una fuente de cristal para horno, cuya base mancharemos con abundante mantequilla antes de echar los huevos sobre ella.
El horno lo precalentaremos a 180ºC, y luego meteremos la fuente en el horno con los huevos y un poco de sal por encima, y hornearemos lo justo, de forma que la yema quede casi cruda, la clara blanca, como la de un huevo normal, y el exterior sea una película semi transparente, muy naranja.
Los huevos al espejo son casi como huevos a la plancha, o huevos a la americana. Eso sí, el sabor de la yema es similar al de los huevos al plato, con un ligero matiz tostado. ¡Son perfectos para mojar!
Foto orientativa: Maggie Hoffman
Son unos huevos muy laboriosos pero muy ricos, no necesitas pan, puedes usar la bechamel para recoger la yema.
Haz tus huevos duros perfectos, gracias al cuidado de la temperatura y el tiempo de cocción. Quedan ideales para acompañar otros platos o rellenarlos.
Por su dorado y crujiente rebozado y por su sabroso interior formado de rica carne picada y núcleo de huevo cocido, estos huevos escoceses ¡te cautivarán!
Los huevos escalfados son huevos cocidos sin cáscara en agua con vinagre, quedando la yema líquida y la clara cuajada. ¡Son exquisitos!
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